Antonellla's darkness.

¡Lo sé, ya sé que todo es mi culpa pero por favor, por favor deja de hacerme sentir como si merezco morir!


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¿Cómo te sientes? - preguntó la alta mujer sentada en su silla, ligeramente descansando su mano sobre su rodilla.

Ella ni siquiera se inmutó, está sentada en un chaise longue de piel, a juego con la habitación, sintiendose aturdida por la inmensa habitación tan solo decorada por unos cuantos cuadros asimétricos de colores muy vivos pero vacíos, no los entiende...

¿Te gustan los cuadros? -interrumpe la rubia y se acomoda en su asiento.

Dra. Marie López, una brillante y reluciente placa de color plateado y letras negras descansa cómodamente sobre el escritorio detrás de ella, -¿Marie?-  piensa y resopla. Marie tiene unos 30 y mucho de años, de acuerdo con el titulo en su pared estudió en Yale, tiene dos maestrías y una hermosa familia con un cachorro gran danés y otro Bulldog según el portaretratos encima de el escritorio que ella observa de vez en cuando mientras está recostada detrás de él en su gran silla...

¿Y bien? - insiste

No los entiendo...

¿Cómo podrías siquiera no entenderlos? Son felicidad, grandeza, la pura emoción, son...

Vacío, total y absoluto vacío.

Pero ella no lo entendía quizá esa situación le había quitado el don de apreciar la vida, quizá no veía los colores y había heredado la visión de un toro.

No están ni son vacíos Antonella, el pintor quiso captar lo que sentía al ver a su amada, no creo que se sintiera vacío, se sentía completo, alegre...

Acabado, melancólico, sin esperanzas, eso es lo que sientes cuando encuentras el amor. Sientes caer en un abismo sin fin de emociones.

¿Eso es lo que sientes tú?

¿Por qué hablamos de mi? - pregunta perdida en en los ojos azules de la mujer en frente de ella.

Preguntas evasivas, Antonella, hemos hablado de ello debes dejarlo no ayuda en nada, ahora responde.

Nunca me he enamorado, el amor es algo distante para mi. Un sentimiento no experimentado, ¿recuerda su primer orgasmo? -y de repente Marie palidece- Seguro que no sabía que esperar, el amor es algo así para mi sólo que le han arruinado el encanto en todas las películas y libros que hablan de el, se contradicen demasiado que lo único que hacen es confundir, ¿que deberíamos pensar? ¿Es basura o realmente es como el paraíso? ¿Por qué estamos hablando acerca del amor? - dice tratando de zafarse de la pregunta... y a su molesta psicóloga a decir verdad.

Porque amor es lo que sientes por las personas que están a tu alrededor, que te apoyan, ¿acaso no es lo que sientes por tu familia? ¿Lo que sientes por Lucas? - pregunta y se recuesta un poco hacia adelante.


Por mi familia siento admiración y sinceramente no quiero hablar acerca de Lucas. - dice rígidamente.

¿No has pensado en la posibilidad de que, de que puede... que esté muerto? - presiona.

Lo he pensado, pero al final todos moriremos, yo moriré y usted lo hará quizá un poco antes que yo o tal vez yo lo haga primero no lo sabemos, pero si sabemos que moriremos. -hizo una pausa y luego añadió- No es quiera pensar constantemente en el hecho de que mi mejor amigo ha muerto por mi culpa.

Un silencio incómodo -o así lo siente Marie- inunda la sala, luego de 15min sin que pueda decir algo, observa como Antonella se levanta y agarra su bolso

¿Qué haces?

Creo que es lo suficientemente obvio , ¿no? Me voy. -dice despreocupadamente

Marie abre su boca y luego la cierra, Antonella apunta con su dedo hacia el gran reloj que cuelga en la pared.

¿Mañana a la misma hora? -pronuncia resignada, levantándose de su asiento y acompañándola hacia la puerta.

Seguro.

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¡POR FAVOR NO, NO LO HAGAN PAREN, SE LOS RUEGO!

¿Lucas?... ¡MALDITA SEA, SI ESTÁS JUGANDO CONMIGO LUCAS, JURO QUE TE MATARÉ! ¡LUCAAAAAS!

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¿Qué pasa? Hija, por favor despierta...

Está revolcándose en la cama, sudada y con la respiración agitada como si justo hubiese acabado su propio maratón de Médoc. Ha despertado a su madre con sus gritos a mitad de la noche, eso no estaba bien, su madre, su hermosa y ahora preocupada madre se encuentra en su habitación batiéndola para que despertase.

Es sólo un sueño...

¿Un sueño?... Un sueño - repite, tratando de entenderlo.

Oh, pequeña...-la abraza y la mece en sus brazos, el lugar más seguro en este momento.

Estoy bien... -dice casi leyendo los pensamientos de su madre, no es como si fuera muy difícil tratar de adivinar lo que estaba pensando.

Hija...

Estoy bien, mamá. Sólo... por favor.

Y con esto es como una invitación VIP a su madre para que saliese de su habitación, oh está tan asustada y se siente culpable, cabreada y culpable, definitivamente no es una buena combinación.

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¿Cómo te sientes?

Marie está vestida... hmm, ¿informalmente?. Si, con unos jeans negros ajustados y una camisa rosa, lleva el cabello recogido en una cola de caballo y unos tacones modestos.

¿Va a preguntarme eso cada vez que entre? Por que se vuelve frustrante.

Lo único que quiero es hacerte sentir cómoda, puedes confiar en mi...

Seguro, como diga. Por otra yo quisiera seguir haciendo lo que he hecho estos últimos dos años; sentarme aquí y hacerle gastar a mi madre dinero innecesariamente en alguien como usted para que pretenda "ayudarme".

No pretendo "ayudarte", realmente quiero hacerlo...

Como sea.

-suspira- Háblame de tu pesadilla, ¿por qué no me habias dicho que estas volviendo a tener esos sueños?

Habían desaparecido.

Por un tiempo pero te dije que podrían regresar...

No importa ya, están aquí.

Por más poco profesional que suene, tengo que decir que es usted una señorita muy exasperante.

¿Por qué si cree que soy exasperante no habla con mi madre entonces? Ya que al parecer ella suele contarle más cosas sobre mi que yo, ¿por qué no es ella la que viene a terapia? Así solucionarían mas rápido mi vida entre las dos.

Ella solía refugiarse en su casa del árbol cuando querían ponerle una inyección de esas que su madre le hacía poner cada mes, o simplemente cuando tenía un mal día. Un mal día, por creer que tenía un mal día está donde está, sin amigos, con una insaciable de información Sra. López, con una familia preocupada y completamente aislada.

Está sentada en un banco, ¡Oh, chico...! Esa estatua le hace recordar lo mucho que quería ir a La Place Bellecour... con él. Tantas ilusiones puestas en un pedazo de hoja...

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Ya lo verás cariño, iremos juntos a recorrer cada rincón de Francia, ¡y hasta podemos ir a Dublín! Pasar por el puente Ha'Penny mil veces si tú quieres, luego podríamos perdernos en Temple Bar y quién sabe quizá nos quedemos lo suficiente como para escuchar un poco de la buena música irlandesa.

Sus ojos brillaban con encanto y su voz no podía sonar más entusiasta, habían hecho planes para después de graduarse.


Quizá, si nos da tiempo también podríamos pasar por la Biblioteca Long room?... - bueno, le habia salido una pregunta.

Lo que tú quieras.

Se sonrojó pero no como esos sonrojos que todo el mundo nota, ella no era así. Su sonrojo significaba una sonrisa reprimida y una risita nerviosa, ¡es que él la ponía de los nervios! Intentando y fallando buscar un tema de conversación, se mueve en la cama incomoda... y entonces él se compadece de ella.

De acuerdo, emm...