Ella es hermosa. Lo sé, la he visto. Tiene ésta brillante sonrisa que colorea su rostro entero, una larga cabellera y muy brillante. Cuando ella camina, tiene ésta gracia tan singular que siempre la acompaña, tan elegante. Una suave piel que brilla como diamantes cuando le da un poco de luz, ella se combina cuando se viste, es sociable, divertida pero no tiene curvas. ¿Es eso siquiera un defecto? Yo no lo veo de ese modo y sé que tú tampoco. Ella repite mucho las palabras pero tú no lo notas, ¿quién lo notaria mientras ella te hace reír? Su cabello es rojo y le gustan los colores vivos, ella luce hermosa con todo lo que se pone y eso lo sabes. Incluso en casa, despeinada y un par de lentes se ve bien. ¿Cómo podría yo lucir así? Yo no soy ella y ella no es... Ella ni siquiera soñaría con ser alguien como yo. Además, ella te tiene a ti y yo no tengo nada. Tiene un enorme armario solo para sus zapatos, no lo negaré son hermosos y hace que los use de vez en cuando pero soy tan torpe. Cada vez que nos arreglamos para salir ella hace una cara frente al espejo cuando se maquilla, es tan graciosa que no puedo evitar reír, así es como sé que está lista. ¿Recuerdas mi cumpleaños? Iba bajando las escaleras y ella aún estaba arriba, tú dijiste: "No puedo creer lo que mis ojos están viendo, ¿eres tú? Luces tan preciosa, cielo." Y por primera vez en mi vida me sentí notada, por primera vez en mi vida sentí que me veías con otros ojos. Pero esa no era yo y ahora lo entiendo, porque yo no soy ella, nunca lo fui, nunca lo seré. A mi me gusta estar despeinada, quedarme en casa, permanecer poco sociable y por supuesto no ser divertida. A mi me gusta estar en pijamas todo el día, utilizar esos lentes que tanto odias pero a mi me gustan. Y yo tengo ésta tonta adicción por las papas con sabor a ajo y cebolla, así que, lo siento cariño pero no creo tener ese aliento a crema dental que tanto te gusta... como lo tiene ella. Ahora lo veo todo absurdo porque no tenemos nada en común, yo solía ponerme mis audífonos al escuchar mi canción favorita porque tú solías decir que no la entendías pero yo sí, siempre parecías estar lejos aunque estabas ahí, ahora entiendo que eso es sólo conmigo, yo tengo una biblioteca entera repleta de libros y tú solo tienes ese que te regalé y rogué que leyeras porque me describía completa... pero tu nunca lo hiciste. Entonces, ese día ella entró en mi habitación tan contenta por un hermoso libro que le habías regalado y no pude evitar preguntar... te odié en ese momento. Por primera vez te miré como un horroroso príncipe oscuro que ha convertido mi vida en un juego para su diversión, como un egoísta, patético y perfecto ignorante.
Pasé 2 años evitándote y nunca entendiste por qué. Pero creo que ella sí. Pasé 2 años convenciéndome de que el amor lo único que hace es acabar con toda esperanza de vida que tienes pero luego lo conocí a él.
Tuya, Leah.
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