"Nosotros..."

Querido Nate:

Ésta es la 5ta carta que te escribo y estaba pensando que... ¿nunca hablamos de un... "nosotros"? Ni siquiera de la posibilidad de un nosotros. Me hace pensar que podríamos haber llegado a una conclusión, luego recuerdo que era yo y que indudablemente la conclusión seria que no existía la posibilidad. Te imagino diciéndome: «Mi queridisima Leah, ésto que estás diciendo me parece una locura, nunca pude haberme imaginado semejante sorpresa. Ya sabes que te veo como a una hermana y seria muy extraño a pesar de los años que llevo conociéndote; y los años que llevas conociéndome te deberían de haber dejado en claro que yo no soy un buen hombre para ti. Siempre te he imaginado como una persona a la cual yo puedo contarle mis secretos y llamarla cuando esté sufriendo por alguna que otra mujer, pero no por la que lloraré alguna vez. Seria una total desgracia perder tu amistad en un romance que no tiene ni un 10% de probabilidades de funcionar. Es duro para mi no estar contigo dos horas imaginame sin ti por culpa de un romance fallido, no lo soportaría y creo que tú tampoco.»

Lo que no sabias es que yo lo hubiera hecho funcionar por ti, yo habría abandonado todo si tan solo la petición hubiera salido de tus labios. Pero no lo hiciste, nunca lo pediste.

La noche en la que te confesé lo que sentía... puedo recordar tu expresión claramente me miraste como si hubiera perdido la cordura y lo que salia de mis labios era una propuesta a robar los bancos de todo el mundo. Me dolió tu vacía mirada, el hecho de que no transmitía nada; ¡ni siquiera un poco de sorpresa! Supongo que lo sabias desde hace mucho, yo hice una pregunta ¿la recuerdas? Nunca la respondiste y yo no te presioné para que lo hicieras, en fin, supongo que no estaba tan dispuesta a escuchar la respuesta.

Tuya,   Leah.