domingo, 3 de marzo de 2013

Te dejo.

¿Qué haces? - preguntó el chico al otro lado de la cama soñoliento.

*mierda* pensó para ella. No quería que se despertara.

Me voy. - dijo subiendo sus pantalones.

¿A donde?

A casa.

¿Por qué?

Demonios. Éste era el día en que se había propuesto parecer inocente y la máscara le quedaba muy mal pero lo que le quedaba bien era la cara de perrito que había puesto.

Porque ahí vivo.

No quiero que te vayas...

Verás, ese es el problema; tu no quieres que me vaya pero yo quiero irme, necesito irme antes de que me pase como a muchas, antes de que me pase como a mamá. No quiero que me dejes, no quiero caer en depresión por 3 meses y que luego me internen.

Luego de un silencio, en el que ella se termino de vestir y él se dedicó a observarla quizá por última vez, dijo:

Así que ésta soy yo dejándote. Ésta soy yo no dándote oportunidad alguna para que me dejes.

Y se fue. Así sin más. Sin decir nada más sin dejar tiempo al tiempo para que corriera. Y él se quedó ahí, y me refiero ahí en esa habitación, estancado en el pasado, recordando el día en el que ella lo dejó.

Pues como dicen hay personas que nunca superan algo y otras que no tienen ningún problema.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Counter
Craigslist Connections

© I used to be a dragon who hate flowers., AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena